Ajedrez y Psicología
Ajedrez y psicología
Históricamente el ajedrez ha sido utilizado como una herramienta de investigación por múltiples psicólogos, uno de los primeros fue, Sigmund
Freud fue el primer psicoanalista en mencionar el juego de ajedrez cuando en 1913 afirmó que los pasos requeridos para dominar el juego de ajedrez eran similares a las técnicas psicoanalíticas.
En 1925, los psicólogos de origen
ruso, Djakow, Petrowski y Rudik estudiaron a los grandes maestros del ajedrez para determinar cuales eran los factores fundamentales del
talento ajedrecístico.
El Programa de Ajedrez de las Escuelas de la Ciudad de Nueva York. Fue fundado en 1986 por Faneuil Adams, Jr. Y Bruce Pandolfini. El
programa envía a un instructor experimentado a las escuelas para establecer un programa de ajedrez.
El instructor enseña cinco lecciones y ayuda a un maestro de la
escuela a desarrollar un curso para un programa de ajedrez. Los instructores son auxiliados por jóvenes
estudiantes de secundaria y estudiantes de escuelas de la
comunidad que se destacan en el ajedrez.
Los jóvenes sirven de asistentes y trabajan con los alumnos en medio de las visitas del instructor. Más de 3,000 estudiantes de escasos
recursos en más de 100 escuelas
públicas participaron en el programa entre 1986 y 1990. El programa continúa motivando a los jóvenes de los barrios más pobres de la
ciudad de Nueva York.
Cristine Palm (1990) describe que en los cuatro años de haberse establecido el programa se ha comprobado que el ajedrez:
inculca en los
jugadores jóvenes un sentido de
auto confianza y
autoestima,mejora dramáticamente la capacidad del niño a pensar racionalmente, incrementa las habilidades cognoscitivas, mejora las habilidades de
comunicación en los
niños y la
facultad de poder reconocer configuraciones, lo cual por ende: da como
resultado mejores notas, especialmente en las materias de
inglés y
matemáticas, fortalece el sentido de
trabajo en equipo a la vez que realza las habilidades de la
persona,enseña el
valor de
trabajar arduamente, concentrarse y empeñarse, hace que el niño(a) se de cuenta que es responsable de sus propios actos y que
debe aceptar las consecuencias, enseña a los niños a
dar lo
mejor de sí para lograr la
victoria, aceptando con gracia las
derrotas, provee un
foro intelectual, competitivo a través del cual los niños pueden encausar hostilidad enfocando sus energías de una forma aceptable, puede llegar a ser la actividad escolar más
deseada, mejorando el nivel de asistencia en una forma dramática,permite a las niñas competir con los niños
sin sentirse intimidades y en un plano social aceptable, ayuda a los niños a establecer amistades con cierta facilidad, ya que proporciona un
escenario agradable y
seguro para reunirse y discutir entre ellos, permite a los estudiantes y maestros observarse entre ellos en una forma más comprensiva, a través de la
competencia, le proporciona a los niños un
signo evidente de sus logros, y finalmente, ofrece a los niños un
estilo concreto,
económico y eficaz para hacerle frente a sus privaciones e inseguridades que forman parte integral de sus
vidas.
Ya en el siglo XIII a Alfonso--Alfonso el Sabio le preocupaba cómo debía jugarse al xadrez y con la palabra del monge Jacobo de Censsolis responde a algunos interrogantes: ¿Dónde deben estar las tropas para acudir rápidamente al combate?
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